Sonia Gómez Fernández
Mi biografía yóguica.
Mi primer contacto con el yoga fue casual, quería hacer algo para mantenerme en forma, que me aliviara el estrés y las múltiples contracturas de espalda y cuello que solía padecer. Pensaba que el yoga era algo para personas más mayores y más tranquilas que yo. Comencé a asistir a clases sin demasiado entusiasmo, y cual fue mi sorpresa cuando descubrí que el Hatha Yoga era muchísimo más que relajarse, hacer posturas o meditar. Desde la primera clase noté cambios, tanto físicos (bienestar corporal), pero también cambios mentales y en mi actitud ante la vida.
Cada clase de Yoga que recibía hacía que mi interés por esta «ciencia» aumentara. Pensé que esta necesidad de practicar yoga y de mejorar mis conocimientos al respecto no podía ser fortuita. Me atraía y me llenaba tanto, que me plantee la posibilidad de estar experimentando una «llamada vocacional” hacia el Yoga. ¡¡Y qué cierto era!!. Hice el curso de Instructores de Hatha Yoga en Yoga Center Madrid, luego el de Profesores, una formación complementaria de Yoga para Niños, otra de Yoga Prenatal, seminarios con renombrados profesores de varios estilos de Yoga (Ramiro Calle, Godfrey Devereux, Narayani, etc). Y me convencí de lo que intuía. Hoy soy una trasmisora y compartidora del Yoga desde mi grata experiencia. La vida me había conducido hacia el Yoga, y el Yoga iluminaba entonces, ilumina hoy y seguro que iluminará mañana, todas las áreas de mi vida.
Y aquí estoy años después, he pasado de ser “economista” a “Profesora de Yoga”. ¡Qué decisión tan acertada! El camino no ha sido fácil pero si muy grato y satisfactorio.
En la actualidad:
Sigo mi formación en esta técnica milenaria, con talleres y cursos adicionales para enriquecer continuamente mi práctica y mis clases, y así poder ofrecer siempre algo más y mejor a mis alumnos.
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